Dicen, que por el solsticio de verano las plantas adquieren poderes curativos, y, aunque nadie las ha visto, también dicen que las hadas pasean por el bosque.
Acompañadme. Ahora que ha dejado de llover, adentrémonos en el bosque. Dejemos que su magia nos envuelva; quizás tendremos suerte y... ¡¡Chsss...!! ¡Silencio, no os mováis! ¡Miradla! ¿La veis...? ¡¡¡Allí hay una!!!